Este proyecto nace de la curiosidad por un icono de este tipo con multitud de versiones e infinitas lecturas, y surge la pregunta de cuáles son los límites de la representación para un tema «imprescindible» para tantos artistas contemporáneos.
El proceso de montaje me permite jugar con la exageración de los «objetos clave» de la reinterpretación (falda y peinado) y tocar los límites de la proporción sin perder el equilibrio y la estética siempre buscada y en ocasiones encontrada.
Y surgen meninas modernas y rebeldes, populares y revolucionarias, y también inclusivas, que adquieren roles cotidianos diferentes pero sin perder cierto halo de ironía y misterio. La tipología de los objetos reciclados da nombre a cada uno de ellos.